miércoles, 4 de febrero de 2015

No lo sé todo y nunca lo sabre

Todos estamos llenos de creencias 
y dependiendo cuál sea la situación o el contexto, 
pueden empoderarnos o disminuirnos en nuestro actuar del día a día.

Preguntado en positivo


Me leía en el artículo anterior ¿Cómo quitarse lo pendejo? 
y luego de regocijarme un rato, 
recordé las clases en coaching con programación neurolinguística 
con un excelente coach Raúl Flores Casafranca 
y me dije: 
Los objetivos y las preguntas deben de formularse en positivo, 
por lo que la pregunta del título del artículo mejor podría ser un 
¿Cómo inspirar a otros y ser recordado por siempre?

No lo sé todo


Es bueno en verdad tener a personas como Raúl cerca, 
pues todos, absolutamente todos
podemos perder el rumbo por el cual viajamos hacia nuestro mejor yo, nuestra visión.
El hecho de adquirir nuevo conocimiento 
no quiere decir que aprendamos a saber siempre cuando sea necesario usarlo, 
para eso es necesario compartirlo y también dejarse guiar por otras personas 
que posiblemente se hayan dado cuenta antes que tú 
que es momento de usar tal o cual conocimiento.
Actuar bajo la creencia del yo lo sé todo, 
puede darte una aparente seguridad y autoridad frente a otras personas, 
sin embargo puedes perder la ayuda que ellas te pueden dar.

Nunca lo sabré todo


En verdad puede ser divertido hacer una pequeña pausa en el día o quizá antes de dormir
y revisar las creencias que nos hicieron tomar alguna decisión
y sobre todo conversar por allí con alguien
sobre los descubrimientos que hemos hecho.
Tener personas cerca que nos escuchen y nos ayuden a crecer
puede ser en verdad una de las mejores bendiciones
que podríamos estar disfrutando
en toda nuestra vida de ignorancia.




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