jueves, 26 de febrero de 2015

Cómo hacer que tu cerebro aprenda más


Hace ya varios años, reunidos luego del fallecimiento de nuestros familiares cercanos, 
mi amigo Edmundo Vidal y yo, nos preguntábamos sobre la forma ideal de morir para nosotros. 
Curioso fue descubrir que ambos queríamos morir de la misma forma: 
sacrificando nuestras vidas por alguien más. 
Aunque más curioso  fue luego descubrir qué lo motivaba: 
Un capítulo de Dragon Ball en el que Piccoro, 
el personaje malvado de la serie hasta el momento, 
se sacrifica por salvar al hijo de su enemigo.
Ver por primera vez ese capítulo con una escena tan inesperada, 
logró ser lo suficientemente conmovedor como para cambiar nuestras creencias sobre la muerte. 
Nadie es lo suficientemente bueno para lanzar la primera piedra, 
aunque eso no nos quita el poder de demostrar actos de nobleza a otras personas.

¿Cómo hacer entonces que el cerebro aprenda más?


Las neurociencias están confirmando algo que nuestros ancestros sabían muy bien;
una buena historia o metáfora puede lograr que se aprenda más que decir las cosas fría y racionalmente.
Nuestro cerebro no piensa en palabras o números, piensa en imágenes.
Es algo que además lo buenos publicistas explotan muy bien.




¿Cuando escuchas la frase "Que lance la primera piedra, aquel que esté libre de pecado" 
que imágenes visualizas? 
¿Visualizas solo palabras o empiezas a imaginar piedras, 
manos cogiendo piedras 
y luego soltándolas después que escuchar una voz profunda? 
¿O tal vez te conoces ese chiste de la Virgen María y Jesús, 
lo visualizas igualmente y luego se te escapa una carcajada?
El cerebro adora las metáforas y las historias, 
porque el cerebro no piensa ni en letras o números, 
piensa en imágenes.
Dale imágenes, 
comparaciones, 
metáforas,
chistes,
poesía,
cuentos 
y tu cerebro adorará aprender lo que sea.
Lo que sea.


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