¿Has sentido cómo algunos días todo sale mal
y no sabes por qué?
¿Días en que no entiendes porque a todos
les va 'aparentemente' bien y a ti no?
Esa sensación tiene un nombre,
se le llama envidia y sí,
el primer paso es aceptarla.
En realidad, el mundo es el mismo para todos,
no hay alguien que no tenga problemas:
Millonarios o no millonarios,
bellos o no bellos,
felices o no felices,
etc.
Millonarios o no millonarios,
bellos o no bellos,
felices o no felices,
etc.
La pregunta es:
¿Estas dejando que los problemas se vuelvan más grandes que ti?
Estado Victorioso:
Lo segundo es empezar a solucionar la envidia y "estado víctima"
para trasladarse a la gratitud y "estado victorioso".
Puedes hacerlo de muchas formas.
La última vez, lo hice rodeándome de personas con buena actitud
y agradecidas por lo que tienen.
Más que un libro entero:
La señora Remi,
es una señora a la que he empezado
es una señora a la que he empezado
a consumirle desayunos.
Son una delicia y muy nutritivos.
Son una delicia y muy nutritivos.
De solo verla atendiendo a sus clientes
se me dibuja una sonrisa en la cara
y me olvido de todo problema.
y me olvido de todo problema.
Hay muchas cosas que esta señora ha debido aprender en la vida
o quizá solo sea una herencia genética
y en su familia siempre han cuidado la buena actitud.
Una señora con un negocio tan próspero como el que tiene ella,
gracias a su buena actitud,
tranquilamente podría acceder a financiamiento de $10000 a más
-y lo digo porque espero en los próximos meses
ingrese a mi cartera de clientes.
Probablemente creas que nadie te observa
cuando eres amable y buena persona con la gente,
pero la verdad
es que puedes estar inspirando a otros a hacer los mismo.
Una acción puede valer más que mil palabras y
una buena acción más que un libro entero,
tanto si eres testigo de tal o si eres protagonista.
ingrese a mi cartera de clientes.
Probablemente creas que nadie te observa
cuando eres amable y buena persona con la gente,
pero la verdad
es que puedes estar inspirando a otros a hacer los mismo.
Una acción puede valer más que mil palabras y
una buena acción más que un libro entero,
tanto si eres testigo de tal o si eres protagonista.
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