sábado, 21 de marzo de 2015

¿Qué no es el amor?


Sabiendo que tenemos 3 cerebros, 3 Jonathans por ejemplo en mi caso, y que cada uno toma distintas decisiones en nuestras vidas, ensayaré una metáfora sobre el amor para que sea nuestro cerebro emocional el que sienta finalmente qué es el amor y qué no, y así pueda hacerle un poquito más de caso al cerebro racional que siempre nos dice qué es lo que nos conviene y qué no.

La princesa en busca de amor

Existe la historia de una princesa que tenía todo lo que había deseado en esta vida a su edad, pero no un buen amor. Es por ello que convenció a su padre el rey de hacer una prueba entre todos los hombres que quisieran desposarla: Quedarían en las afueras del castillo sin abrigo y el agua y la comida suficiente solo para sobrevivir y el que permaneciese por un año, sería el ganador. Es así que llegaron hombres de todo el reino, pero a medida que pasaba y pasaba el tiempo, el insoportable clima hacía que cada uno se pare y diga que no había mujer por la cual soportar tanto. De esta manera sucedió que a los 6 meses, solo quedaba un solo joven aún soportando. La princesa se empezó a interesar por este joven, lo veía día a día como soportaba todo por ella y despertaba en ella una admiración lo suficientemente grande como para hacerlo su príncipe. Sin embargo a un día de cumplirse el año, el joven se levanta y se retira a su hogar.
Muchos años después y ya el joven felizmente casado, fue reconocido por un siervo de la princesa y le preguntó. "Estuviste a punto de cambiar tu vida y quedarte con la princesa ¿por qué renunciaste faltando 1 solo día para eso?". A lo que el joven respondió: "Efectivamente, me di cuenta que mi vida cambiaría por completo, pero para hacer más difícil mi felicidad. La observé cada vez que ella me miró, cada uno de los días, pude notar en sus ojos toda la admiración que despertaba en ella y aún así ella, pudiendo, no quiso evitarme un día de sufrimiento. Alguien que no pudo evitarme un día de sufrimiento no merecía de mi amor".

Epílogo


Hay más 7 mil millones de entender esta historia, así es que cada mente lo entenderá a su manera. Puede encontrar la versión de la historia que yo oí, aquí.

  

domingo, 1 de marzo de 2015

Programados para vivir



Recientemente escuché que el lenguaje que aprendemos es lo que vendría a ser el sistema operativo para un computador o un smartphone. A lo que no pude dejar de preguntarme 
¿Qué versión de Windows o Android tendré entonces instalado en mi mente?

Programados para vivir


En esta clase súper interesante sobre neuroeducación en biialab,
aprendí que instalado el lenguaje en nuestra mente, 
éste nos permite ir instalando diversos programas a lo largo de nuestra vida; 
aunque también existen otros ya instalados por defecto, 
muchos de los cuales tardamos mucho en descubrir 
o incluso ¡nunca descubrimos que tenemos instalado!

Programas de pobreza VS Programas de riqueza


De esta manera pueden por ejemplo, 
con respecto al dinero, haber programas instalados como:

1. El dinero es la raíz de todos los males
2. Es más espiritual ser pobre que rico
3. La mayoría de los ricos hicieron algo malo o deshonesto para obtener su dinero.

En lugar de programas positivos que nos ayuden en la construcción de nuestra propia riqueza como:

1. Yo soy el creador de mi vida, yo creo la cantidad exacta de mi éxito financiero.
2. Yo juego el juego del dinero para ganar, mi intención es crear riqueza y abundancia.
3. Yo admiro y modelo a personas exitosas y ricas, que son afines a mis valores.

Cambiando el programa

Nuestro lenguaje crea la realidad que día a día vivimos,
¿Cuántas palabras conocemos, por ejemplo, para describir la nieve?
Los esquimales conocen aproximadamente 70 palabras para describirla,
puesto que de ello depende su vida.
Entonces
¿Está tu realidad igual que siempre?
¿Qué vas a hacer para enriquecer ese lenguaje,
qué vas a hacer para enriquecer tu realidad día a día?